Febrero 12 – Janani Luwum

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Febrero 12 - Janani Luwum
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Janani Luwum, Uganda, Arzobispo
12 de febrero. Janani Luwum. En 1977, Uganda se estremecía de miedo. En 1971, el mariscal de campo Idi Amin derrocó violentamente al gobierno elegido y se nombró a sí mismo Presidente. Se le conocía como el Carnicero de Uganda, y su apodo era El Machete. Durante su reinado, masacró a cientos de miles de civiles. En 1972, expulsó sin piedad a todos los ciudadanos indios y paquistaníes de Uganda, lo que contribuyó a hundir la economía ugandesa. Amin fue un dictador brutal.
Y Janani, el arzobispo del norte de Uganda, era su opuesto. En 1948, cuando Janani era un joven maestro de escuela, se convirtió al cristianismo carismático y se convirtió en un ruidoso evangelista. Cuando fue consagrado obispo en 1969, en la congregación se encontraban el primer ministro de Uganda y su jefe de Estado Mayor del ejército, Idi Amin.
En esta fecha de 1977, Janani se enfrentó a Idi Amin y condenó sus persistentes actos de violencia.
Cuando el mal amenaza, un hombre debe enfrentarse a la oscuridad, cueste lo que cueste.
Janani conocía su misión personal: «defender al pueblo, denunciar el mal, reclamar justicia y derechos humanos».
Janani, un hombre gigantesco, tenía una sonrisa que tranquilizaba a todo el mundo. Su predicación, su fe y su benevolencia le granjearon una gran influencia. Independientemente de la popularidad que alcanzara, irradiaba una confianza sencilla y despreocupada.
En 1974, cuando Janani fue nombrado arzobispo de Uganda, sabía que no sería fácil. Cualquiera que se enfrentara al cruel régimen de Amin desaparecía pronto. Para siempre.
Pero Janani creía que Dios le «guiaría y le daría el valor» para hacer Su trabajo.
Amin y Janani forjaron una tenue relación. Janani asistía a actos del gobierno y, públicamente, rezaba por Amin.
«Debemos rezar por él. Es un hijo de Dios», decía. Pero en privado, Janani desafiaba a Amin y abogaba por aquellos a los que Amin había matado y encarcelado injustamente.
Los opositores criticaron a Janani por asociarse con Amin.
Janani les respondía amablemente. «Vivo como si no hubiera un mañana», dijo. «Me enfrento a diario a ser recogido por los soldados. Mientras tengo la oportunidad, predico el evangelio con todas mis fuerzas… No me he puesto del lado del gobierno actual, que es totalmente egoísta. Me han amenazado muchas veces. Siempre que he tenido la oportunidad, le he dicho al Presidente las cosas que las iglesias desaprueban».
Amin acusó a la iglesia de predicar el odio contra el Estado.
La esposa y los amigos de Janani le rogaron que huyera, pero él decidió quedarse. Y eligió luchar. Eligió pastorear a su pueblo. «Si yo, el pastor, huyo», dijo, “¿qué será de las ovejas?”.
Pero a medida que aumentaba la escandalosa brutalidad de Amin, los llamamientos y la desaprobación de Janani hacia Amin tenían que hacerse más públicos. No podía ser un hombre honesto y callarse. Janani «se convirtió en una poderosa voz de oración y esperanza para… un país en agonía». En su sermón de Navidad, retransmitido en directo por la radio, Janani calificó al régimen de Amín de «despiadado».
A mitad de la emisión, el gobierno interrumpió el programa. Silencio.
En enero, cuando otros pastores siguieron el ejemplo de Janani y predicaron contra el régimen de Amin, la tensión aumentó. El 5 de febrero de 1977, en plena noche, unos soldados entraron por la fuerza en casa de Janani, supuestamente en busca de armas.
Janani les dijo: «No tengo más armas que la Biblia».
El 10 de febrero, Janani y sus compañeros obispos escribieron una carta a Amín. En ella destacaban la violencia asesina y la ruptura del gobierno civil. Los obispos exigían que Amin se reuniera con ellos para reconciliar sus diferencias con la Iglesia.
Janani se atrevió a enviar copias a los miembros del gabinete de Amin y llevó la carta en mano al despacho del presidente. Janani sabía que había firmado su sentencia de muerte.
Tras un juicio celebrado el 16 de febrero en un tribunal «canguro», Janani dijo al obispo Kivengere: «Van a matarme. No tengo miedo».
Dijo que veía «la mano de Dios» en la situación.
«Querían hacerme daño, pero Dios quiso que todo fuera para bien. Me trajo a esta posición para que pudiera salvar la vida de muchas personas» (Génesis 50:20 NLT).
Al día siguiente, Radio Uganda transmitió que Janani había muerto en un accidente de coche, pero los múltiples agujeros de bala en su cuerpo revelaban la verdadera historia.
El asesinato de Janani fue la llamada de atención que necesitaba la comunidad internacional y un punto de inflexión fundamental para la caída del régimen de Idi Amin.
Janani «eligió el camino de decir la verdad al poder». Defendió al pueblo, desenmascaró el mal y reclamó justicia y derechos humanos.
¿A qué oscuridad debes enfrentarte? Cuando el mal amenaza, un hombre debe enfrentarse a la oscuridad, cueste lo que cueste.
Otunnu, Olara. Arzobispo Janani Luwum: Vida y testimonio de un mártir del siglo XX. Kampala, Uganda: Fountain Publishers, 2015.
«¿Qué tenía Janani Luwum que irritaba a Amín?». Publicado el 11 de febrero de 2015. New Vision. https://www.newvision.co.ug/new_vision/news/1320623/about-janani-luwum-irked-amin.
Kyemba, Henry. A State of Blood: The Inside Story of Idi Amin’s Reign of Terror. Nueva York: Ace Books, 1977.

Every, George, Richard Harries y Kallistos Ware, eds. El tiempo del Espíritu. Crestwood, NY: St Vladimir’s Seminary Press, 1984.
«Fui una de las últimas personas en ver con vida a Jananu Luwum». Publicado el 15 de febrero de 2018. UGCN. http://ugchristiannews.com/i-was-one-of-the-last-people-to-see-janani-luwum-alive/.
Kagenda, Patrick. «San Janani Luwum: La mártir olvidada de Uganda». 31 de mayo de 2014. The Independent. https://www.independent.co.ug/st-janani-luwum/.

Relato leído por Daniel Carpenter.
Relato escrito por Paula Moldenhauer, http://paulamoldenhauer.com/